Escalada en Roca con Inka Jungle Trek: Nacida en las frías tierras de la costa escocesa, la escalada en roca se erigió pronto como una de las actividades deportivas de riesgo que más adeptos ganó durante el siglo pasado en el viejo continente. El objetivo final de los escaladores no consistía simplemente en alcanzar la cumbre de una montaña o punto elevado, sino en hacerlo de determinada manera. La ruta, más que el destino, fue siempre el fin último de sus esfuerzos, y no sólo el medio para vencer un desafío. Con los años y las mejoras tecnológicas, los equipos y aditamentos de seguridad para esta práctica han sufrido un cambio drástico que ha permitido más y mejores escaladas.
La escalada en roca inició su meteórico camino hacia la popularidad en los años sesenta, cuando California y sus montañas de granito pulido se convirtieron en una suerte de Meca para estos aficionados a la aventura llevada al límite. Sólo una década más tarde esta disciplina llegó al Peru, un territorio pródigo en escenarios ideales para su práctica, particularmente en las sierras de los departamentos de Lima, Cajamarca y Pasco.
Debido a la cantidad de variables que influyen en la complejidad de una ruta (terreno, pendiente, longitud), se hace difícil esbozar una clasificación que unifique los distintos destinos. Sin embargo, el sistema denominado YDS (Yosemite Decimal System) goza de gran aceptación internacional.
Este sistema clasifica las rutas de escalada tomando en cuenta diferentes niveles de dificultad, representándolos en décimos correlativos desde 5,0 hasta 5,14. La clasificación añade letras (de la A a la D) para señalar incrementos en los niveles de exigencia en las rutas con grados mayores de 5,10. La ruta de mayor dificultad en el mundo –un acantilado en el sur de Alemania– recibe un puntaje de 5,14 D, mientras que, en el Peru, la ruta de Canchacalla está marcada con 5,12 D.
Adicionalmente, se incluyen niveles de riesgo: las rutas señaladas bajo el rango GP son aptas para todo público; las marcadas con R se consideran restringidas, es decir, implican la posibilidad de lesiones de consideración; las signadas con X revisten peligro de muerte; y las denominadas XX implican peligro de muerte no sólo para el escalador escalador sino también para sus compañeros. Muchas de las paredes del estrecho cañón del Rímac, en Lima, o las pulidas rocas de Tinajani, en Puno, constituyen clásicas rutas de grado R y X respectivamente en los viajes a Peru.
Puntos de Interés Además de las rutas de escalada artificial o palestras (paredes de concreto construidas ex profeso), cada vez más abundantes en pubs y festivales de deportes de aventura, existen en el Perú algunos lugares de renombradas condiciones para la práctica de la escalada en roca al aire libre. Los alrededores de Lima, por ejemplo, son pródigos en escenarios ideales para la práctica de este deporte en cada viaje.
Casi en plena ciudad se encuentran las paredes de Camacho, en el distrito de La Molina. Algo más al este se encuentra Vichuya, en el valle de Lurín. El valle del río Rímac también tiene lo suyo: Canchacalla, a la altura del kilómetro 46 de la carretera Central, es sede de cursos de escalada desde hace varios años; Infiernillo, en el kilómetro 67 de la misma ruta, es quizás uno de los más accesibles y exigentes del país.
Siguiendo la costa sur por la carretera Panamericana Sur, se encuentran los acantilados de roca sedimentaria de Bikini (kilómetro 45), La Tiza (kilómetro 60) y Paracas (kilómetro 250), todos de cara al Pacífico y sobre rompientes que añaden un toque de aventura a una actividad de por sí riesgosa. La región andina, por su parte, cuenta con excelentes formaciones rocosas idóneas para la escalada como Cumbemayo, en las afueras de Cajamarca; el bosque de piedras de Tinajani, en Ayaviri, Puno tours; las paredes de la quebrada glaciar de Llanganuco, en Ancash; y las formaciones pétreas del santuario de Huayllay, en Pasco.
Recomendaciones y Datos útiles para los viajes con Inka Jungle Trek
Ubicación y Climas del Peru
El Peru se encuentra ubicado en la región central de Sudamérica para los grandes viajes de aventura, y sus costas son bañadas por el extremo oeste del océano Pacífico. Alberga una población de 24 millones de habitantes y comprende una superficie de 1 285 215 km2 (comparable a la suma de los territorios de España, Francia e Italia), que lo sitúa entre los 20 países más extensos del planeta. Debido a su emplazamiento, sus costas han sido siempre un punto vital de enlace en las rutas marítimas y de intercambio en la región subcontinental. Adicionalmente, el Perú ostenta soberanía hasta las 200 millas marinas y cuenta con derechos territoriales sobre una superficie de 60 millones de hectáreas en la Antártida.
Viajes a la Costa del Peru:
En virtud del efecto de la corriente fría de Humboldt y de la presencia de los Andes al este, la costa presenta la forma de un extenso y árido desierto. Aquí no llueve casi nunca. La región central y sur de la costa peruana posee dos estaciones bien marcadas: una invernal, entre abril y octubre; y una estival, entre noviembre y marzo. Durante el invierno una densa capa de nubes cubre los cielos y son frecuentes las lloviznas ligeras o «garúas». A pesar de la sensación de frío intenso, producto de la gran humedad reinante, la temperatura raramente baja de 12° C. Durante el verano, en cambio, el sol brilla con fuerza y la temperatura alcanza con frecuencia los 30° C.
La región norteña de la costa, por su parte, no sufre el efecto de las aguas frías, lo que se traduce en casi 300 días de sol y temperaturas cálidas a lo largo del año (hasta 35° C en el verano). Entre noviembre y marzo se presentan lluvias, la cuales se incrementan marcadamente con la presencia del fenómeno climático El Niño cada 4 o 5 años.
Viajes a la Sierra del Peru:
La sierra presenta dos estaciones climáticas bien diferenciadas: una de estío, entre abril y octubre, caracterizada por días soleados noches muy frías (aquí son frecuentes las heladas) y ausencia de lluvias (la época ideal para recorrerla); y una lluviosa (mal llamada ‘invierno’), entre noviembre y marzo, en la que las precipitaciones son abundantes (por lo general sobre los 1 000 mm). Un rasgo que caracteriza a esta región es la marcada variación de temperatura a lo largo del día. Es común contar con temperaturas de hasta 24° C al mediodía y tan bajas como –3° C por la madrugada. La sierra cuenta también con un clima seco y agradable, ideal para el crecimiento de una enorme variedad de cultivos.
Viajes a la Selva del Peru:
La selva se puede dividir en selva alta o ceja de montaña (sobre los 700 msnm) y selva baja (por debajo de 700 msnm). La primera posee un clima subtropical y templado, con abundantes lluvias (alrededor de 3 000 mm al año) entre noviembre y marzo y días soleados entre abril y octubre. Las noches son siempre frescas. Por su parte, la selva baja ofrece dos estaciones climáticas bien marcadas, las que se acentúan en relación directa con la lejanía de la línea ecuatorial.
La estación de estío o vaciante, entre abril y octubre (época ideal para el turismo a la selva con viajes al parque nacional del manu, tambopata tours, el lago sandoval), es dominada por días de sol y altas temperaturas, a menudo superiores a los 35° C. En estos meses los ríos disminuyen su caudal y las carreteras son fácilmente transitables en el Peru. La estación de lluvias, entre noviembre y marzo, se caracteriza por frecuentes chaparrones (al menos uno al día) y un deterioro de la transitabilidad terrestre. La humedad en la selva es muy alta a lo largo del año. En la región sur se producen ocasionales «friajes» o «surazos», frentes fríos provenientes del extremo sur del continente que se presentan entre los meses de mayo y agosto y en los que la temperatura suele descender hasta 8-12° C.